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lunes, 24 de diciembre de 2012

La AUSENCIA de alguien


 

Y esa ausencia no es sólo una sensación, es también algo sentido, que todo lo marca, cada objeto, cada lugar, cada fecha. Es imposible no venirse abajo tantas veces y entregarse a un desaliento de lágrimas, trágico, sin melodramatismos. No es soportable que no éste. En ocasiones, casi desesperante. Y con una contundencia tal que nos duele lo que no fuimos capaces de decir o de hacer. Y hablamos a los demás de él, de ella. Y hablamos de ese modo sobre todo de nuestro inmenso afecto. Digamos sin pudor, de nuestro amor.

ÁNGEL GABILONDO

domingo, 23 de diciembre de 2012

Tan simple como esto...


Para vivir el hombre debe actuar; para actuar, debe tomar decisiones; para tomar decisiones, debe definir un código de valores; para definir un código de valores debe saber qué es y dónde está -esto es, debe conocer su propia naturaleza (incluyendo sus medios de conocimiento) y la naturaleza del universo en el cual actúa- esto es, necesita metafísica, epistemología y ética, lo cual significa filosofía. No puede escapar de esta necesidad, su única alternativa es que la Filosofía que guía su vida sea escogida por su mente o por la casualidad.

Ayn Rand

viernes, 7 de diciembre de 2012

sábado, 1 de diciembre de 2012

El perro es el mejor amigo del hombre

Como bien decía Pitágoras: “Prefiere una sola caricia de tu perro, a todos los favores de los pueblos, o de los reyes”.

Mi perrita. Una Yorkshire de tamaño mediano. Preciosa, cariñosa, inteligente... y qué sé yo, sería incapaz de no parar de atribuirle adjetivos positivos.

Naciste el 2 de septiembre de 1998, pero hasta el 27 de octubre del mismo año no tuve el lujo de conocerte. Era una niña, tan sólo tenía 7 añitos; pero recuerdo que ese día, como todos los martes del curso, me quedé a comer donde mis abuelos y que tras las clases de la tarde de 2º de Primaria y la extraescolar de Danza me marché con ellos y mi tia a casa. Entonces, al abrir la puerta, una bolita de pelo negro corrió hacia nosotros. Eras tú. Ese fue nuestro primer contacto: te acaricie, no te dejaba escapar, no quería que te fueras jamás y, en ese mismo momento, nació una bonita amistad que nada ni nadie la quebrantaría nunca. Recuerdo que, poco después, al ver a mi madre, por fín le pregunté  a ver cómo te llamabas: SHIVA. Me gusto tu nombre y, sobre todo, todo el cariño que desde un principio desprendiste.

Pasaban los días, tú crecías, yo también. Me enseñaste a que tenerte en casa requería de muchas responsabilidades. No sólo necesitabas cariño, jugar y desfogarte, sino también limpieza y paseos diarios. Siempre disfrutábamos juntas. Fuiste cumpliendo años, yo también. Y en todas esas anécdotas y fotografías de la infancia, apareces tú en ellas. Ver conográficamente las fotos y merced yo crecía, tú también. 8 años, 1 año; 9 años, 2 años; 10 años, 3 años; 11 años, 4 años; 12 años, 5 años; 13 años, 6 años; 14 años, 7 años; 15 años, 8 años. Es aquí cuando ya empezamos a temer por tu vida. Nos decían que con lo asustadiza que eras, tenías muchas posibilidades de fallecer de un infarto. Por lo tanto, cada vez que había tormenta, fuegos artificiales, fiestas, etc. te mimábamos con todo el cariño del mundo para que tú lo sufrieras lo más mínimo posible. Pero, daba igual. Te ponías cardiaca y nadie ni nada te calmaba. Además, ya eras una perrita mayor (o eso nos decían, porque no lo demostrabas) y de una raza muy débil y teníamos que tener cuidado. Aun así, tu corazón y tu cuerpecito en general no mostraban esas carencias de las que nos hablaba el veterinario; seguías como siempre: feliz, juguetona y cariñosísima.

Siguieron pasando los años, cumpliste 9 años, yo 16. Comencé Bachillerato y, ahí, te empezaste a quedar todas las noches junto a mí. Mientras yo estudiaba, tú te encontrabas siempre (día y noche) sentada-tumbada encima de mí, hasta el punto en el que te apoderaste de mi silla. Ya no era mía, sino tuya. Casi-casi te tenía que pedir permiso para sentarme; pero siempre me dejabas un huequecito para yo poder sentarme y tú poder acurrucarte y taparte con la ropa que llevaba. Me hacías siempre compañía, sin buscar recompensa alguna.

Llegaron los 17 casi 18 años, tú 10 casi 11. Me fui un mes a Irlanda. Te pusiste muy triste, no comías, llorabas, ibas a mi habitación y te adueñaste de una chaqueta mía, la cual te llevabas a todos los lados. Yo también lo pasé fatal, te echaba mucho de menos y temía que tú lo estuvieras pasando mal. Sin embargo, lo superamos. Nos volvimos a re-encontrar y no nos volvimos a separar tanto tiempo hasta unos años después.

Dias más tarde, comencé la universidad. Entonces sí que necesitaba tu apoyo y compañía para todo, sobre todo, para estudiar. Nunca me fallaste. Estabas siempre conmigo. Si había examen y yo estaba hasta las 4 de la mañana estudiando, ahí estabas tú. Sin rechistar. Tan a gusto. Seguíamos estando muy juntas, una dependía de la otra. Era una auténtica pasada.

Cumpliste 12 años, yo 19; 13 años, yo 20. Me dijeron que me tenía que cambiar de universidad para terminar mis estudios. Eso suponía que tú y yo nos teníamos que separar. Decisión dolorosa. Siempre me decían que en el momento en el que me marchase, tú también te ibas a marchar. Te caerías en la tristeza y no lo ibas a poder soportar. Ya eras muy mayor. Nunca nos has dado un susto, siempre has tenido una salud de hierro, pero la pena era incurable. 

Llegó el temido mes de septiembre. Me marché el 1 de septiembre. Tu decimocuarto cumpleaños fue al día siguiente. Al principio, estabas un poco triste, pero gracias a los mimos de otras personas lo pudiste superar. Todo bien. Pero desde agosto te notabamos algo raro. Era la edad.

Volví en octubre. Abrir la puerta y verte entusiasmada correr hacía mi y reconocerme me hizo muy feliz. No te quería soltar. Habíamos estado mes y medio separadas. Lo habías logrado. La pena no se apoderó de ti. Te noté algo ensimismada, pero seguías siendo tú. Me dijeron que justo la noche del día en el que me volví a marchar habías vomitado y estabas muy nerviosa. Yo también lo estaba.

Un mes después. Noviembre. Otra vez a casa. Al entrar en casa y verme, volviste a reaccionar de la misma forma. Me volvió a hacer mucha ilusión que esa poca energía que te quedaba la gastases de esa manera. Pero, ahora sí, ya no eras al 100% tú. Algo te estaba fallando. Tu cabecita. Tu cuerpo, sin embargo, resistía sano. Tenías demencia senil. Pero seguías siendo tan fiel como siempre. Ese fin de semana estuve estudiando hasta muy entrada la madrugada para el examen de Filosofía Antigua y tú a mi lado. No me fallaste, como siempre. Quisiste hacerme compañía y no te separaste de mí.

El 11 de noviembre del 2012, hace algo más de dos semanas, volví a hacer la maleta; tú mientras intentabas meterte en ella para ver lo que llevaba. Te dí miles de abrazos. Al marcharme, tú estabas en la cocina. Te dije "¡Adiós Shiva!" desde fuera y te quedaste mosqueada al ver que tenía una maleta en la mano. No sé porqué pero algo me decía que no te volvería a ver.

Pasaban los días y me decían que cada vez estabas peor. Tu demencia se estaba potenciando a pasos agigantados. Hasta ese 24 de noviembre en el que te marchaste. Ya no eras Shiva, solo eras un cuerpo. Te fuiste y nos dejaste vacios. Pero me alegro de que te hayas marchado sin sufrir y que tus últimos meses los hayas pasado felizmente, sin darte cuenta, por culpa de tu demencia, de que yo me había marchado a otro sitio.




Sé que con estas líneas no puedo más que expresar un pequeño esbozo de lo que ha sido nuestra vida juntas; pero, al menos, es un boceto que se quedará patente en palabras escritas. 

No me imagino una vida sin ti; volver a casa y no volverte a ver. Llegar a casa, ver como reaccionabas al verme, cogerte en brazos y abrazarte es lo que más deseaba al llegar. Eso ya no va a poder ser, pero sé que tu compañía, amor y fidelidad serán por siempre y para siempre irremplazables e inolvidables.

HAS SIDO MI MEJOR AMIGA; UN APOYO INCONDICIONAL EN MI VIDA. ¡Gracias por estos 14 años! ¡Nunca te olvidaré y siempre estarás en mi corazón! <3 <3 <3


¡HASTA SIEMPRE PRECIOSA!

DEP SHIVA (2-09-1998/24-11-2012)

domingo, 25 de noviembre de 2012

Un año sin tu "yo" material, pero toda la vida con tu "yo" espiritual

Un año, 12 meses, 366 días... sin aquella persona que te enseñó a dar tus primeros pasos, a disfrutar del momento, a encaminar tu vida por donde realmente quieres, a no tirar la toalla jamás por muy diferentes que fuesen las situaciones a como tú las habías pensado; te enseñó a pescar, a dar "paseos" de tropecientos kilómetros...y, finalmente, a independizarte de él porque sabía que su vida se acababa. En definitiva, me refiero a ¡ese sujeto que me enseñó cómo era la vida y, de la misma forma, a vivir! Sí, ese era y es mi abuelo. La bondad, humildad e inteligencia personificada.

Recuerdo felizmente esa última conversación contigo sobre Kuhn así como el consecuente "estudia y disfruta como lo estás haciendo hasta ahora" y tus sinfines consejos y piropos (de abuelo).

Ten seguro que no olvidaré jamás las intensas y preciosas conversaciones que mantuvimos en esos 20 años y, sobre todo, esta frase que me regalaste tres semanas antes de marcharte: Si no piensas, no vives. Por eso has de pensar en todo momento, a pesar de tener que estar tumbado en una cama.

Bueno, como se puede observar, ya sé de quién he heredado mis aires filosóficos. De mi ABUELO; junto al cual crecí y juntos nos enamoramos de la Filosofía. Mi abuelo es, al fin y al cabo, aquella persona que me enseñó a transformar los retos imposibles en posibles.
 
Mi vida sin tí, hubiese sido muy diferente. Los valores fundamentales que me has enseñado para vivir han estado, están y estarán siempre presentes en mi vida. Por consiguiente, tu "yo" espiritual estará siempre conmigo en cada etapa de mi vida. Contigo he aprendido que existen tesoros en la vida que hay que cuidar sin tiempo ni edad. Hace un año tu "yo" material se marchó, pero tu "yo" espiritual no desaparecerá jamás. Se apagó una luz en la realidad material, la cual sigue y seguirá brillando día tras día en nuestros corazones. ¿Por qué? Porque durante todos los años de tu vida nos regalaste una vida llena de bondad, humildad, inteligencia y, sobre todo, amor. Regalos incondicionales para poder erigir nuestras vidas tal cual son en este momento.

Como tú bien me decías, no sabemos que es realmente la muerte y le tenemos miedo por culpa de nuestra docta ignorancia. Como es obvio, un año después, sigo sin saberlo. Pero, desde tu ausencia, sé con seguridad una  cosa: ese lugar, acción o lo que sea es un paraíso, y ese paraíso es y será siempre un jardín. ¿Por qué? Simplemente, porque te encuentras tú en él. Sé que con tu grandeza habrás hecho que todo a tu alrededor brille con gran intensidad, tanto que se habrá convertido en ese jardín placentero y lleno de flores preciosas que todos anhelamos.

En definitiva, ¡GRACIAS POR SER MI ABUELO!

http://www.youtube.com/watch?v=mOIQ2qp0ibY





jueves, 22 de noviembre de 2012

22 de noviembre

Hace un año (22 de noviembre de 2011):

Cuatro de la tarde. Tutoría. Aclaración de dudas. Alrededor de una hora. Después, el profesor me da la noticia de mi futuro en la universidad. No hay opción. He de cambiarme a otra universidad. Impotencia. Todos los esfuerzos no han servido para nada. Disgusto. No es lo mismo estudiar Filosofía aquí o en otro lugar. Miedo. ¿Por qué ésto me tiene que ocurrir a mí?



Un año después (22 de noviembre de 2012):

Cuatro de la tarde. Biblioteca. Escribo esta entrada. Alrededor de 20 minutos. Me paro a pensar: ¡qué grande es ese profesor que ante la impotencia, me hizo reflexionar; ante el disgusto. me animó y ante el miedo, me guió y ayudó a abrir los ojos!.




Hace un año, no me daba cuenta de que esta persona me estaba dando pie a una oportunidad única en la vida. Un año después, me he dado cuenta no sólo de que es una oportunidad única, sino también de que una oportunidad te lleva a nuevas oportunidades...

En definitiva, una de las mejores cosas que me ha pasado en la vida es haber seguido estudiando ese grado y haber sido la única alumna "estudiante de Filosofía". No me cabe duda.

Hace un año, pensaba que había nacido en el año equivocado. Un año después, pienso que el destino de la vida -si es que existe- me ha hecho un gran regalo.



jueves, 15 de noviembre de 2012

¡FELIZ DÍA MUNDIAL DE LA FILOSOFÍA!

Es un honor contar con un día marcado en el calendario en el que la Filosofía sea la protagonista. Nuestra disciplina "no es erudición, sino vocación de entrega a la humanidad", como bien dice nuestro profesor de Antropología. Por lo tanto, todos los que confiamos en ésta hemos de fomentarla en nuestra sociedad con objeto de que cada ciudadano sea crítico con nuestro presente y, sobre todo, aprenda a pensar.

Una sociedad sin Filosofía sería la ruina. Nos llevaría a una crisis sumamente problemática. Esto es algo palpable actualmente. ¿Entonces? Sigámonos centrando en disciplinas científicas y dejemos a un lado la valía de la Filosofía. Es verdad, no nos sirve para progresar en los gadgets, pero tampoco para fundamentar los cimientos de una sociedad con sentido. Sí, actualmente vivimos una vida llena de coherencia (o eso creemos). No lo negamos, pero parece que tampoco nos importa lo suficiente. Ahí lo dejo... 

¡Feliz día de la Filosofía a todos/as!








miércoles, 14 de noviembre de 2012

Realidad dolorosa

"Todo está habitado por despedidas, por separaciones. Y no sólo porque nunca estamos suficientemente cerca. Nos vamos. Se van."

 Ángel Gabilondo


 

viernes, 9 de noviembre de 2012

Las mejores conversaciones son aquellas que no se pueden resumir

Hoy he vuelto a esa universidad en la que, en un principio, mi sueño de estudiar Filosofía se truncó. Pero, la realidad no es esa. En dicha universidad he ido encontrando a las personas adecuadas para que este sueño, quizás sí con retraso, se haya hecho realidad.

En este camino, he conocido no sólo a GRANDES FILÓSOFOS que me han transmitido su vocación filosófica para seguir con este sueño aunque las dificultades hayan hecho presencia, sino también a COMPAÑEROS ESTUPENDOS que han hecho que en todo momento este camino se haya convertido en un viaje más fácil de recorrer.

Pues bien, hoy me he re-encontrado con casi todas esas personas que me han ayudado a no decaer jamás en mi vocación filosófica y, a su vez, poder alcanzar este sueño. Emociones, alegrías, risas y, por último, tristeza. Tristeza de pensar que por culpa de la distancia no estoy disfrutando de esta experiencia con ellos.

Especialmente, con ese Maestro de Filosofía que me ha proporcionado soluciones en todo momento y que cada vez que me reencuentro con él creo que, inconscientemente, me muestra las claves para seguir con todo esto para adelante. Lo llaman Filosofía, una disciplina odiada e inútil para muchos; pero necesaria, totalmente vocacional y vital para otros. Nos califican con el adjetivo de neuróticos y, desde luego, no les falta razón.

Dicen que la vocación filosófica es como la vocación religiosa: se transmite siempre del Maestro al alumno. Es verdad. Siempre recordaré aquel primer contacto con la Filosofía, en el que mi profesora de Filosofía de Bachillerato me transmitió su pasión y, de ahí, mi interés y amor por la disciplina. Algo que conservé gracias a la vocación del gran Javier Petrina y que nunca ha decaido por el esfuerzo de este Maestro de Filosofía del que os hablo.

Una conversación de una hora, en la que sus grandes consejos han vuelto a dejar en mí ese gusanillo que solo un gran Maestro de la Filosofía puede hacer. Como siempre digo, lo peor de tener que haber cambiado de universidad para estudiar Filosofía ha sido el "renunciar" a todo el conocimiento que estos Grandes nos regalan. Sí, me he topado con otros genios de la Filosofía, pero no son aquellos con los que elegí estudiar ésta. La distancia nos separará, pero su conocimiento transmitido siempre estará conmigo.

Por consiguiente, en esa universidad, Filosofía no he aprendido como hubiese querido, pero si he aprendido muchos valores fundamentales para ser persona. ¡MIL GRACIAS A TODOS!

Por todo ello, del día de hoy me llevo seis aspectos positivos:
1. Los filósofos o estudiantes de Filosofía somos unos neuróticos.
2. La distancia no es el olvido. Hay personas que estarán siempre contigo, por mucho que la distancia nos separe. Sus enseñanzas, consejos y experiencias vividas juntos te acompañarán siempre, a pesar de que por ciertas circunstancias no nos volvamos a re-encontrar jamás.
3. LOS CONSEJOS DE (la mayoría de) LOS FILÓSOFOS SON LEY.
4. En esa universidad no sólo aprendí conocimiento sobre Lenguas, Historía y Filosofía, sino también valores fundamentales para ser persona.
5. Aprender Filosofía no es solo aprender conocimiento sobre esa disciplina, sino también aprender a vivir.
6. LAS MEJORES CONVERSACIONES SON AQUELLAS QUE NO SE PUEDEN RESUMIR y, por ello, ¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS MAESTRO!!.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Profesor-alumnos (de Filosofía)





Todo lo que aprendí de Filosofía no lo he aprendido estudiando, pero dando clases todo. Todo se aprende en cuanto se enseña y a medida que se va enseñando. Yo, como las viejas de mi pueblo, para aprender algo me lo tengo que oír decir. El diálogo con el otro es algo primordial para aprender.

MGB



domingo, 21 de octubre de 2012

Mi "yo"

MIRAR HACIA ATRÁS Y PENSAR: todo lo bueno y lo malo es lo que ha hecho que hoy en día "yo" sea como soy. Es decir, mi pasado -mis decisiones tanto buenas como malas-, evidentemente, ha conformado mi "yo" actual, mi identidad. Por tanto, ¿las elecciones negativas en nuestra vida pasada son buenas o malas? (Si no hubiese tomado esa decisión errónea, mi "yo" no sería como es; mi vida no hubiese recorrido este camino). Entonces, ¿CÓMO HE DE VIVIR MI VIDA PARA QUE MI VIDA HAYA MERECIDO LA PENA VIVIRLA?

Esto es una de las cosas a la que el filósofo no tiene que dar NUNCA la espalda.

 


 (Breve recopilación de las clases de Filosofía Medieval y Antropología Filosófica)



sábado, 20 de octubre de 2012

El Amor

"La experiencia de los enamorados es un nuevo testimonio: mientras uno se detiene en la impronta sensible impresa en el cuerpo, no ama todavía; pero cuando partiendo de esa impronta, él mismo concibe en su mente una impronta invisible en un alma invisible en un alma indivisa, entonces brota el amor" 
Plotino

sábado, 6 de octubre de 2012

Regalos de la Filosofía

Asistir a clase de Historia de la Filosofía Antigua y recibir este regalo:


Lo interesante de la Filosofía es que nadie te puede enseñar nada. Eres tú, es tu vida espiritual. La Filosofía habla con el lenguaje que podemos elaborar con la realidad. En Filosofía es yo pienso, qué sé, qué digo. Uno es filósofo si piensa que es responsable de las verdades infinitas que mueven su vida (yo os trato así porque admito ciertas verdades sobre vosotros). La Filosofía es la empresa espiritual e individual que consiste en “no tengas miedo”. Ahora es imprescinible más que nunca que eso sea vuestra responsabilidad, como hasta ahora ha sido la mía. Al fin y al cabo, es verdad que tengo que ser responsable de la verdad.
 
Miguel García-Baró 







domingo, 23 de septiembre de 2012

Personas a las que no olvidarás jamás

Muchas personas conforman nuestra vida sin, a veces, percatarnos de la gran influencia que éstos reparan en nosotros. Me refiero a esas personas a las que "conocemos, nos saludamos, y caminamos juntos un ratito. Luego nos perdemos y desaparecemos tan de repente y tan sin razón como llegamos" (como bien dice Jostein Gaarden). Pues bien, a muchas de esas personas no recordaremos jamás; seguramente, nuestros caminos no volverán a cruzarse nunca más y, de ahí, nuestro minúsculo o grandioso pasado juntos caerá en el olvido. Simplemente: ley de vida. Pues eso.

Sin embargo, hay otro pequeño número de personas que aun caminando juntos durante un breve periodo de tiempo -meses, un, dos o tres años-permanecerán siempre en nuestra vida. En este sentido, después de un año de su ausencia, me refiero a la persona y profesor que nos enseñó a ver la ciencia desde los ojos de la filosofía. Este hombre nos introdujo en un mundo en el que todo lo que habíamos estudiado de física, química y matemáticas hasta el momento se reducía a una "pochez", puesto que si el tema ya era difícil de por sí, sus primeras explicaciones (humorísticas) te hacían entender claramente que todo lo aprendido de ciencia hasta el momento "te dejaba en ascuas".

Cada vez que reviso sus apuntes, inconscientemente, termino con una sonrisa en la cara. Desde ese primer apunte que anoté en la primera clase de lógica ("Aristóteles: fundador de la lógica. Es el primer lógico en sentido profesional, el mayor lógico de todos los tiempos") hasta el último, en su clase de Concepciones de la Ciencia ("Es curioso las conclusiones que sacan: los que se pueden contrastar con los hechos o los que con solo el lenguaje lo podemos contrastar") conforman un recuerdo permanente e imborrable de sus clases.

Siempre recordaré con mucho cariño su definición de Lógica: "La lógica es el estudio científico especulativo del razonamiento -argumento o inferencia-, formalmente -o estructuralmente- válido, es decir, con valor veritativo", en la que ese concepto de "especulación" todavía no quería entrar en mi cabeza y más de un quebradero de cabeza me provocó. En este aspecto, tampoco hemos de olvidarnos de "los metafísicos de marras", aquellos "músicos sin oido musical ante cuyos argumentos y conclusiones hay que estar siempre alerta".

Pues bien, esa persona de la que os he hablado solo ha conformado un año de mi vida. Miro y remiro hacia atrás y me parece mentira; pero sí, solo ha pasado un año desde esas clases en las que, he de admitirlo, más de una vez me quedaba tan ensimismada por lo que estaba explicando y, sobre todo, por su manera de explicar que se me olvidaba coger incluso apuntes. En ese año nos enseñó  a "limpiarnos los ojos y ver con claridad todo lo que conforma nuestra realidad" y, a su vez, a ver el mundo desde una visión que me fascinaba y que antes desconocía totalmente.

Ahora, lejos de esa universidad en la que le conocí; cursando las asignaturas de Filosofía de la Naturaleza y Lógica desde otras manos, no hay día en el que no me venga a la cabeza alguna de sus explicaciones, comentarios, anécdotas o citas. Nunca será lo mismo. Llevamos ya tres semanas de clase y todavía se me hace bastante duro pensar en el hecho de no haber tenido la oportunidad de absorber más conocimiento de sus clases y compartir con él toda esa amplia gama de misterios, "juegos" y curiosidades que nos ofrece tanto la ciencia como la lógica. Siempre tendré esa espinita clavada de que esos  profesores que en estos momentos nos están explicando tanto Filosofía de la Naturaleza como Lógica podrían haber sido él y que, seguramente, todo sería diferente porque el punto de vista desde el que captaba la ciencia era único. Aun así, me siento enormemente agradecida y afortunada por haber tenido la suerte de habernos cruzado en este camino, puesto que con él mi perspectiva de la Filosofía cambió y creo que eso ha sido lo que me ha empujado a no tirar la toalla jamás.

En definitiva, os estoy hablando de ese profesor de Filosofía que no es el mejor, sino de los mejores, por el hecho, como él bien repetía, de que "eso de decir que algo es "lo mejor" es un mero capricho, una perogrullada". Este hombre nos enseñó a amar la lógica y la ciencia y, a mí personalmente, a despertarme en y beber de este mundo de la Filosofía.

Por todo ello, ¡gracias Maestro!

Termino este post como lo debería de haber empezado, pero que  por culpa de la nostalgía no he sido capaz:

Para JAVIER PETRINA, In memoriam.

domingo, 16 de septiembre de 2012

La Filosofía es una gimnasia mental...

Merced me voy sumergiendo en este mundo de la Filosofía, recuerdo con más intensidad las palabras de uno de los mejores profesores de Filosofía que he tenido y tendré:


El ejercicio de la filosofía consiste en pensar, algo que no lo solemos desarrollar, ya que jamás le damos importancia a nuestros prejuicios y a nuestras ideas. Esto es sumamente problemático.LA FILOSOFÍA ES UNA GIMNASIA MENTAL, PERO NO ES NI ESTÉRIL NI INÚTIL.