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domingo, 23 de septiembre de 2012

Personas a las que no olvidarás jamás

Muchas personas conforman nuestra vida sin, a veces, percatarnos de la gran influencia que éstos reparan en nosotros. Me refiero a esas personas a las que "conocemos, nos saludamos, y caminamos juntos un ratito. Luego nos perdemos y desaparecemos tan de repente y tan sin razón como llegamos" (como bien dice Jostein Gaarden). Pues bien, a muchas de esas personas no recordaremos jamás; seguramente, nuestros caminos no volverán a cruzarse nunca más y, de ahí, nuestro minúsculo o grandioso pasado juntos caerá en el olvido. Simplemente: ley de vida. Pues eso.

Sin embargo, hay otro pequeño número de personas que aun caminando juntos durante un breve periodo de tiempo -meses, un, dos o tres años-permanecerán siempre en nuestra vida. En este sentido, después de un año de su ausencia, me refiero a la persona y profesor que nos enseñó a ver la ciencia desde los ojos de la filosofía. Este hombre nos introdujo en un mundo en el que todo lo que habíamos estudiado de física, química y matemáticas hasta el momento se reducía a una "pochez", puesto que si el tema ya era difícil de por sí, sus primeras explicaciones (humorísticas) te hacían entender claramente que todo lo aprendido de ciencia hasta el momento "te dejaba en ascuas".

Cada vez que reviso sus apuntes, inconscientemente, termino con una sonrisa en la cara. Desde ese primer apunte que anoté en la primera clase de lógica ("Aristóteles: fundador de la lógica. Es el primer lógico en sentido profesional, el mayor lógico de todos los tiempos") hasta el último, en su clase de Concepciones de la Ciencia ("Es curioso las conclusiones que sacan: los que se pueden contrastar con los hechos o los que con solo el lenguaje lo podemos contrastar") conforman un recuerdo permanente e imborrable de sus clases.

Siempre recordaré con mucho cariño su definición de Lógica: "La lógica es el estudio científico especulativo del razonamiento -argumento o inferencia-, formalmente -o estructuralmente- válido, es decir, con valor veritativo", en la que ese concepto de "especulación" todavía no quería entrar en mi cabeza y más de un quebradero de cabeza me provocó. En este aspecto, tampoco hemos de olvidarnos de "los metafísicos de marras", aquellos "músicos sin oido musical ante cuyos argumentos y conclusiones hay que estar siempre alerta".

Pues bien, esa persona de la que os he hablado solo ha conformado un año de mi vida. Miro y remiro hacia atrás y me parece mentira; pero sí, solo ha pasado un año desde esas clases en las que, he de admitirlo, más de una vez me quedaba tan ensimismada por lo que estaba explicando y, sobre todo, por su manera de explicar que se me olvidaba coger incluso apuntes. En ese año nos enseñó  a "limpiarnos los ojos y ver con claridad todo lo que conforma nuestra realidad" y, a su vez, a ver el mundo desde una visión que me fascinaba y que antes desconocía totalmente.

Ahora, lejos de esa universidad en la que le conocí; cursando las asignaturas de Filosofía de la Naturaleza y Lógica desde otras manos, no hay día en el que no me venga a la cabeza alguna de sus explicaciones, comentarios, anécdotas o citas. Nunca será lo mismo. Llevamos ya tres semanas de clase y todavía se me hace bastante duro pensar en el hecho de no haber tenido la oportunidad de absorber más conocimiento de sus clases y compartir con él toda esa amplia gama de misterios, "juegos" y curiosidades que nos ofrece tanto la ciencia como la lógica. Siempre tendré esa espinita clavada de que esos  profesores que en estos momentos nos están explicando tanto Filosofía de la Naturaleza como Lógica podrían haber sido él y que, seguramente, todo sería diferente porque el punto de vista desde el que captaba la ciencia era único. Aun así, me siento enormemente agradecida y afortunada por haber tenido la suerte de habernos cruzado en este camino, puesto que con él mi perspectiva de la Filosofía cambió y creo que eso ha sido lo que me ha empujado a no tirar la toalla jamás.

En definitiva, os estoy hablando de ese profesor de Filosofía que no es el mejor, sino de los mejores, por el hecho, como él bien repetía, de que "eso de decir que algo es "lo mejor" es un mero capricho, una perogrullada". Este hombre nos enseñó a amar la lógica y la ciencia y, a mí personalmente, a despertarme en y beber de este mundo de la Filosofía.

Por todo ello, ¡gracias Maestro!

Termino este post como lo debería de haber empezado, pero que  por culpa de la nostalgía no he sido capaz:

Para JAVIER PETRINA, In memoriam.

domingo, 16 de septiembre de 2012

La Filosofía es una gimnasia mental...

Merced me voy sumergiendo en este mundo de la Filosofía, recuerdo con más intensidad las palabras de uno de los mejores profesores de Filosofía que he tenido y tendré:


El ejercicio de la filosofía consiste en pensar, algo que no lo solemos desarrollar, ya que jamás le damos importancia a nuestros prejuicios y a nuestras ideas. Esto es sumamente problemático.LA FILOSOFÍA ES UNA GIMNASIA MENTAL, PERO NO ES NI ESTÉRIL NI INÚTIL.



sábado, 15 de septiembre de 2012

Volver a empezar

Dos semanas de clase. Todas las asignaturas son, por fin, de Filosofía. Muchísimo trabajo. Sin tiempo para leer todos los libros y hacer todos los trabajos que nos mandan. Pero, ¡¡esto está genial!! Ahora más que nunca entiendo el dicho de "sarna con gusto no pica".



Os dejo con una frase que me ha impactado bastante de la mano de nuestro profesor de Historia de la Filosofía Medieval:

Filósofo no es el que estudia 4 o 5 años de licenciatura o grado en Filosofía, sino aquel que no da la espalda a la verdad y al bien y se pregunta cosas que los demás ya dan por sentado