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viernes, 23 de marzo de 2012

"Adiós" o "Hasta siempre"

Todavía me cuesta darme cuenta de los "adioses" que voy a tener que decir dentro de no más de 3 meses. "Adioses" que muchos serán sinónimo de un "¡hasta siempre!", otros se asemejarán más a un simple "¡hasta luego!" y otros tantos se harán patentes por pura cortesía.

Hace unos meses, un gran amigo de la universidad me comentó que en septiembre "marcho para no volver jamás". Es verdad, nunca volveré a pisar esas aulas, esos pasillos, esas campas verdes de mi universidad; nunca volveré a estar rodeada de historiadores, ni volveré a compartir una clase con amigos que sabes que van a estar ahí siempre; pero, lo que más duele es que nunca volveré a  tener la oportunidad de aprender Filosofía de la mano de  esos Grandes. Grandes que, por mala suerte, no volverán a cruzarse por mi camino o, peor aún, simplemente no se han cruzado y no lo harán jamás.

Se dice que en Filosofía es muy importante la labor que han hecho en ti tus Maestros - me refiero a los Maestros con mayúscula, no maestros de escuela-. Lo reafirmo. En mi caso, empiezo con mi profesora de Filosofía de Bachillerato y termino con nuestro actual profesor de Filosofía Política. No penséis que en este intervalo de 5 años me he topado con muchos de éstos, en realidad los cuento con una sola mano. Aun así, sus enseñanzas son tesoros que merecen la pena recordar y "reenseñar" en un futuro (no muy lejano, espero).

Sí, como podéis deducir, el año que viene marcho a estudiar Filosofía a otra universidad; no por gusto, pero sí por necesidad. Se acaba una etapa intensa de tres años, empieza otra nueva de un año, o quizá de dos. ¡Quién sabe! En fin, nunca pensé que fuese tan difícil y complicado estudiar Filosofía; aun así, creo que merece la pena. Me gustan los retos difíciles, siempre son gratificantes, y si estudiar Filosofía nos lo han convertido en uno de ellos, ¡reto aceptado!

2 comentarios:

  1. Yo, si te sirve mi experiencia te diré que todos los años que estudié (y fueron muchos, seis nada menos, y filosofía "pura") guardo: 1) toneladas de apuntes que no sirven para nada; 2) un recuerdo fantástico de las (encendidas) conversaciones entre alumnos en el banco de nuestro pasillo; 3)Como tesoros: el poder decir que estudié con ese mismo profesor de filosofía política que dices, y nuestro queridísimo Javier Petrina y 4) La misma sospecha de que nos formamos poco... pero ¿acaso no es ese el secreto para seguir estudiando? Y te digo más, cuando termines la siguiente etapa, en la siguiente universidad, ojalá tengas la misma sensación de insatisfacción, porque será sinónimo de que todavía sigues creciendo, como persona y (y esto digo con el rubor que caracteriza nuestro gremio)¡filósofa!

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  2. ¡Muchas gracias, de nuevo, por tus consejos! Pero, en nuestro caso, debido a las escasas asignaturas de filosofía con las que contamos nos es hasta casi imposible interpretar de forma coherente los textos de filosofía. Esa sensación agobia bastante porque te impide trabajar autónomamente la filosofía (siempre prescindes de alguien que te asegure que aquella lectura que has hecho es adecuada y no es consecuencia de "inventadas tuyas" por no tener una base bien afianzada); aun así, tengo la esperanza de poder superar, al menos,este obstáculo el curso que viene y así, tener una base mínima que nos permita ahondar ésta de forma más libre.

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