Todo tiene un final. Todas las historias se terminan. Más tarde o más temprano todo se acaba. Sus protagonistas se despiden, hasta dentro de un rato o hasta siempre. Eso sí, lo que nunca caerá en el olvido serán los buenos momentos, las anécdotas insuperables, los recuerdos inolvidables... Todo final, sin embargo, supone un nuevo principio. Ahora, comienza una nueva etapa. La otra ya ha quedado atrás, ya es historia. Una etapa con nuevo rumbo, marcado pero sin definir. Se definirá conforme la historia vaya avanzando. Nuevas oportunidades, nuevas esperanzas y nuevas ilusiones acompañadas de un sentimiento de seguridad. Seguridad por emprender un camino en el que sé que voy a estar cómoda, voy estudiar lo que realmente me gusta y, además, de la mejor manera posible.
En definitiva, ¡Máster en Filosofía, ya solo queda un mes y pocos días para conocernos!
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