Esta semana he tenido una conversación con ese ALGUIEN que nunca olvidaré. Su sinceridad, profesionalidad, honestidad, valentía y, sobre todo, grandeza han dejado en mí una huella imborrable. Parece mentira que una conversación de apenas 40 minutos la vayas a recordar toda tu vida. Pero, así es.
Hablar con las otras personas, compartir lo que a uno le pasa por la cabeza y que ALGUIEN te dé consejos y seguridad es algo inigualable. Pero, si la otra persona -ALGUIEN- te lo comenta con una valentía y honestidad impresionante, te quedas sin palabras.
Espero volver a tener la oportunidad de encontrarme personas como ese ALGUIEN a lo largo de mi vida. Solo pido eso. Esas personas son las que deberían abundar en nuestra realidad: personas humildes y sencillas que con tan solo un par de palabras te llenan y te alegran el día.
Gracias, gracias y gracias. Creo que a ese ALGUIEN solo le puedo decir eso. Gracias por todas tus molestias y grandes consejos que me has dado en este escaso tiempo. Te lo agradeceré toda mi vida.
Así pues, tras esa breve pero penetrante conversación no puedo más que remitirme a un proverbio chino que describe a ese ALGUIEN más que mejor:
"Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos."
P.D: ALGUIEN, sé que nunca te tropezarás con esta entrada, pero ahí queda.
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