Translate

viernes, 30 de agosto de 2013

Los sueños, a veces, tienen un segundo capítulo

Ahora hace un año comencé lo que sería una nueva etapa en mi vida. Estaba convencida de que esa "nueva etapa" más de un año, exactamente nueve meses, no iba a durar. Pero nada ha sido tal y como en primera instancia pensé.

Tuve que cambiarme de universidad para poder proseguir con mis estudios de Filosofía. Tenía miedo, no sabía lo que me iba a encontrar; pero me topé con una de las mejores oportunidades que me ha brindado la vida. Un obstáculo muy grande se interpuso en mi camino, pero una persona (muy grande también) me puso, a su vez, un trampolín desde el que me empujó suavemente para poder tirarme de cabeza (y no de plancha) a la piscina (la Filosofía). De esta forma mi sueño de poder estudiar Filosofía, por fin, se hizo realidad. Y se hizo realidad, eso sí, de la mejor manera posible, pues a lo largo de este curso pasado me he topado con unas personas impresionantes y unos factores inigualables para poder sumergirme en lo que será, espero, un largo viaje en esta disciplina del saber.

De esta manera tan positiva terminé el grado y, con ello, finalizó el primer capítulo de mi sueño. Pero antes de terminarlo ya sentía el deseo de no querer abandonar este sueño jamás. Claro está que la Filosofía se puede estudiar en diferentes universidades, pero cada universidad es, filosóficamente, un mundo. Y una vez que abandonas ese mundo, muchas ideas y reflexiones que tenías se adaptarán, inconscientemente, y aunque sea de forma mínima, a aquellas reflexiones que tus nuevos maestros te marcan. Luego, las ideas y reflexiones previas a ese cambio de universidad seguirán el mismo curso sino se experimenta dicha alteración.

Por este motivo, entre otros muchos, intenté alargar como fuese mi estancia en esta nueva universidad. Ya está, casi sin poder creermelo, lo he conseguido. Asi pues, dentro de tres días, comienza, de la mejor manera posible, el segundo capítulo de mi sueño, en el cual el máster en Filosofía va a ser el verdadero protagonista. ¡Allá vamos!










No hay comentarios:

Publicar un comentario