Asistir a un seminario con personas con muchísimos años de experiencia en Filosofía. Perderte en la primera media hora. Ver y entender que la Filosofía se encuentra llena de aporías, pero que es realmente gratificante intentar encontrar salida a éstas. Emocionarte con los (pedazo de) argumentos que muestran los diferentes filósofos. No entender casi nada. Sin embargo, disfrutar al máximo la situación. Y, por fin, comprender la diferencia exacta entre Fenomenología y Hermenéutica. [...]